Delta Force es, sin lugar a dudas, una de las películas más emblemáticas de Chuck Norris. ¿Cómo olvidarle, melena al viento, a lomos de una motocicleta aramda con lanzacohetes? Estrenada en 1986, este filme no solo consolidó su estatus como estrella de acción, siendo una de las pocas películas en las que Norris disfrutó de un estreno cinematográfico en su momento (en lugar de asaltar directamente las estanterías de los videoclubs), también supuso un jugoso contrato de 2 millones de dólares para Norris. Sin embargo, detrás de las cámaras, el rodaje de Delta Force resultó ser de lo más desagradable para muchos de sus protagonistas.
Un rodaje agobiante
El contexto de la película no podía ser más complicado. Delta Force se inspiró en hechos reales, específicamente en la crisis de rehenes del vuelo TWA 847, un evento que sacudió al mundo en 1985. Este trasfondo llevó al director Menahem Golan a involucrarse profundamente en la producción. De hecho, Golan envió a su asistente a Israel para cubrir el evento, incluso facilitando su paso a través de la frontera de manera ilegal para obtener detalles de primera mano sobre la crisis.
El rodaje en el avión que sirve como uno de los escenarios principales, por ejemplo, resultó ser un verdadero desafío. Las temperaturas en Israel superaban los 38 grados, lo que hizo que las condiciones de trabajo en el interior del avión fueran insoportables. Shelley Winters, una de las actrices del elenco, tuvo múltiples discusiones con Golan debido a estas circunstancias. En un momento de desesperación, llegó a exclamar: “No puedo hacer esto, ¡me muero!”. La respuesta de Golan fue: "Hazlo y luego te mueres". Todo un personaje Golan. Esta interacción refleja no solo la tensión del rodaje, sino también la presión que sentían los actores.
Lee Marvin en Delta Force
La salud de los protagonistas
Otro aspecto que hizo del rodaje un verdadero calvario fue la salud de Lee Marvin, uno de los actores más veteranos del reparto protagonista. Marvin se encontraba lidiando con fuertes dolores abdominales y un colon inflamado, lo que hacía que sus condiciones de trabajo fueran aún más difíciles. Lamentablemente, Delta Force fue su última película, ya que falleció poco tiempo después, el 29 de agosto de 1987, a los 63 años. Su deteriorada salud durante la producción no mejoró debidos a unas condiciones de rodaje difíciles y un ambiente ya de por sí hostil.
La actriz alemana Hanna Schygulla también experimentó momentos difíciles y terminó sufriendo un colapso nerviosa tras rodar sus escenas con Martin Balsam, un secundario de lujo de la época que interpretaba a un rehén y que era un sobreviviente del Holocausto.
Robert Forster en Delta Force
La producción de Delta Force no solo se enfrentó a condiciones climáticas extremas y problemas de salud; también estuvo marcada por un ambiente de tensión constante debido a su temática. La película abordó una crisis que tuvo repercusión internacional, y Golan decidió hacer un filme que no solo resultara atractiva comercialmente, sino que también respondiera a los sentimientos de una nación con respecto al terrorismo y la violencia, y sus propios intereses políticos.
Además, la forma en que se filmaron algunas escenas también fue motivo de polémica. Por ejemplo, la escena de acción con Chuck Norris utilizando un lanzacohetes desde una motocicleta fue vista por algunos críticos como una forma de trivializar un tema muy serio. Gene Siskel, del Chicago Tribune, fue particularmente crítico, señalando que la película "es más adecuada para un mal filme de James Bond que para un tema que ha sido demasiado real en los últimos tiempos".
La solución universal de los años 80 a las crisis diplomáticas
La recepción de la película
A pesar de todos los problemas, Delta Force logró estrenarse y atraer la atención del público. En su primer fin de semana, la película recaudó casi 6 millones de dólares, una cifra notable que contribuyó a un total de 17,7 millones en su recorrido en taquilla total en Estados Unidos. Sin embargo, la crítica no fue tan generosa coincidiendo en su mayoría en que la película no lograba profundizar en sus temas y que la acción, aunque emocionante para algunos, carecía de substancia.
La película fue descrita como un "ejercicio en el cumplimiento de deseos" para quienes favorecen el uso de la fuerza en lugar de la diplomacia y señalaron los propios intereses de políticos de Golan. A pesar de las críticas, la película sigue siendo un clásico de culto y un testimonio de la época del cine de acción de los años 80 en un contexto donde la postura norteamericana hacia los diferentes frentes políticos internacionales resulta de lo más evidente. Hoy en día, puedes revivir la acción y la historia detrás de Delta Force en Filmin.
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