Parece una amenaza, pero no lo es: Zack Snyder ha vuelto, y esta vez lo hace con una obra que entusiasmara a los seguidores de los mitos nórdicos. El Ocaso de los Dioses, su nueva serie animada para Netflix, se perfila como uno de esos proyectos que puede convertirse en una de las mejores sorpresas del año. Aunque su estética pueda recordar a las producciones de Genndy Tartakovsky, como Samurai Jack o Primal, o incluso a películas animadas como Wolfwalkers, conviene dejar claro desde el principio que esta no es una serie para el público infantil. La violencia, el sexo explícito y el tono oscuro de la narrativa son elementos que encajan perfectamente con el estilo de Snyder y aportan una intensidad que va como anillo al dedo a las historias épicas de los mitos nórdicos.
Una revisión brutal de los mitos nórdicos
El Ocaso de los Dioses no es simplemente otra reinterpretación de la mitología nórdica, sino una revisión que combina elementos tradicionales con un enfoque moderno. Una historia de venganza que nace de una colaboración excepcional entre Snyder, Eric Carrasco y Jay Oliva, donde el director de Rebel Moon pone su sello personal en en el tono artístico de la serie, haciendo que las Eddas cobren vida en una animación espectacular donde los dioses y antihéroes se enfrentan en una lucha a muerte.
Desde las primeras escenas, la serie deja claro que estamos ante una animación épica de un nivel superior
Desde su primer capítulo, sabía que la serie sería algo especial: una épica animada de ocho episodios que se adentra en los rincones más oscuros y profundos de la mitología nórdica. Producida por The Stone Quarry y Xilam Animation, la serie es un torbellino visual que no escatima en mostrar batallas sangrientas, traiciones divinas y escenarios impresionantes que recuerdan a las obras de Tolkien o incluso al imaginario de Warhammer o Dungeons & Dragons, que tanto deben a esta mitología. Pero con una interesante vuelta de tuerca. Para empezar, si algo distingue a El Ocaso de los Dioses, es su apabullante despliegue visual. Desde las primeras escenas, la serie deja claro que estamos ante una obra de animación que lleva el concepto de la épica a un nivel superior: hay paisajes inolvidables de una escala tremenda, y combates que serán difíciles de olvidar para los fans de la animación.
Por ejemplo, uno de los momentos más impactantes de la serie es, sin duda, el enfrentamiento contra un dragón. En los últimos años, hemos visto bastantes combates contra dragones en diversas producciones, pero este destaca por su intensidad y dinamismo. El diseño del dragón, su movimiento y la brutalidad del combate hacen que sea una de las mejores secuencias que hemos visto en mucho tiempo. O peleas con Thor, Mano a mano, que poco tienen que envidiar a lo puesto en pantalla por God of War: Ragnarok, juego que el que esta serie comparte ciertos enfoques de su narrativa.
Pero más allá de la acción, la serie también destaca por su manera de actualizar los mitos nórdicos. Con un tono que a veces roza lo filosófico, Snyder y su equipo revisan estos relatos ancestrales, manteniendo su esencia, pero dotándolos de una narrativa más actual y dinámica. Los dioses aquí no son figuras inalcanzables, sino personajes con motivaciones, defectos y, sobre todo, destinos trágicos, algo que sin duda caracteriza a la mitología nórdica frente a otras religiones como las abrahámicas.
Barcos de guerra hechos con uñas de muertos y dioses que no son de fiar
Snyder se atreve con todo, y eso incluye abordar algunos de los aspectos más extravagantes de la mitología nórdica. ¿Qué otro director, sino él, podría meterse de lleno en una historia donde los barcos de guerra están construidos con las uñas de los muertos? El trasfondo de la serie gira en torno a dos ideas muy poderosas: en primer lugar, que nunca se puede confiar en un dios. La traición, la manipulación y las luchas de poder están presentes en cada uno de los panteones que se representan en la serie. Y en segundo lugar, que todas las divinidades, por poderosas que sean, deben enfrentarse a su propio final, un destino ineludible que está intrínsecamente ligado a la fe de los humanos que los veneran. La historia, que oscila entre lo grandilocuente y lo sutil, lo épico y lo taimado, hace que conceptos y personajes tan interesantes como Loki o los Vanir brillen con luz propia
En el centro de la narrativa encontramos a Sigrid, quien lidera un equipo de especialistas destinados a enfrentarse a los dioses de Asgard en busca de venganza. Si bien la idea de un grupo de héroes que lucha contra una amenaza mayor no es nueva, como lo demuestra la reciente Las Crónicas de Fellspyre, El Ocaso de los Dioses maneja este conflicto de manera brillante. Cada miembro del equipo tiene un papel crucial en la historia, y juntos forman una unidad que, a pesar de sus diferencias, logra mantener al espectador interesado en sus pequeñas particularidades y singularidades, todas de una tremenda humanidad y basadas en las complejidades de la lealtad, el honor, el amor y la venganza.
Un reparto estelar que da vida a los dioses
El elenco de voces en la versión original es impresionante, y destaca especialmente el trabajo de Sylvia Hoeks, que ya me deslumbró en See, como Sigrid y de John Noble, quien interpreta a Odin. Noble, conocido por su papel en El Señor de los Anillos y Fringe, ofrece una interpretación profunda y poderosa, dotando a Odin de una gravedad que eleva cada una de sus apariciones. También merecen mención las interpretaciones de Pilou Asbæk como Thor y Paterson Joseph como Loki.
Un final que dejará huella
El final, si bien es tremendamente inteligente, plantea un concepto que no por evidente suele verse demasiado en productos audiovisuales de este tipo, destinados a un público mayoritario. Eso incluye un momento en su capítulo final que, aunque tal vez demasiado redundante, seguro que no dejará indiferentes a muchos espectadores. La guinda de este pastel épica y sangre es la banda sonora de Hans Zimmer. Con todo, las mejores palabras para describir El Ocaso de los Dioses son brutal, impactante y tremendamente divertida. El Ocaso de los Dioses se estrena en Netflix el próximo 19 de septiembre, y te recomendamos que no te la pierdas.
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