A excepción de Jennifer Aniston, se puede decir que las carreras de las estrellas de Friends no terminaron de despegar tras el final de la serie hace ya más de 20 años. Todos ellos intentaron dar el salto a la gran pantalla, pero solo la actriz de Rachel consiguió labrarse una filmografía llena de éxitos en Hollywood. Ahora bien, la historia para uno de sus compañeros, David Schwimmer, pudo haber sido distinta de haber fichado por un taquillazo de Will Smith, Men in Black, en 1997.
Aquel film de acción, ciencia ficción y humor terminó por demostrar el potencial de Will Smith para liderar grandes superproducciones de La Meca del Cine, y sin duda hizo crecer su cuenta corriente, en especial con su tercera entrega, por la que llegó a cobrar 100 millones de dólares. Se trata de una saga memorable, también por Tommy Lee Jones, en la que Schwimmer tenía un puesto reservado que tuvo que rechazar perdiendo, lo reconoce él mismo, una gran oportunidad.
"Mi carrera podría haber tomado otro rumbo"
Y es que si bien ahora el paso de ser una estrella de la televisión convencional a ser una gran en la gran pantalla es relativamente sencillo, hace varias décadas se veía como algo reservado a unos pocos afortunados como George Clooney, por lo que Schwimmer arriesgó demasiado a rechazar una oferta tan importante como esta. Pero el actor de Ross en Friends tenía un motivo de peso: no dejar tirados a varios compañeros de profesión con los que ya tenía planes hechos aquel 1997.
"Todos mis mejores amigos que trabajaban en mi compañía de teatro dejaron sus trabajos para poder trabajar en [Desde que os fuisteis, un telefilm que dirigió] durante el verano, que iba a ser un rodaje de seis semanas en Chicago. Era durante mi descanso de Friends, y Men in Black se iba a rodar justo ahí. (...) Soy muy consciente de que, sea como sea, 20 años después, quizás, eso me habría convertido, en una estrella de cine. Si miras el éxito que tuvo, mi carrera podría haber tomado un camino muy distinto". — Origins with Cush Jumbo

De esta forma, David Schwimmer priorizó poder rodar un proyecto con sus amigos a una película que seguramente le habría dado más éxitos profesionales. Sin duda, la agenda a veces es caprichosa, y más en estrellas de televisión donde nunca tienen tanto tiempo libre para aceptar proyectos cinematográficos como les gustaría. Sea como fuere, es difícil predecir si el paso de Schwimmer por aquel film de Smith le habría abierto de par en par las puertas de Hollywood.
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Quién sí probó suerte con el cine de ciencia ficción, y sin mucha suerte la verdad, fue Matt LeBlanc, que tuvo un papel secundario en Perdidos en el Espacio, una cinta basada en la serie de ciencia ficción de culto de los años 60. Después de aquella película se le pudo ver en Los Angeles de Charlie y poco más aunque, claro, Perdidos en el Espacio no fue el pelotazo que llegó a ser MiB. Courteney Cox, por su parte, ha llegado a ser una leyenda del terror gracias a Screem.