Tras un día como VIP en Disneyland LA, no me imagino volver a un parque de atracciones sin un pase exclusivo

Tras un día como VIP en Disneyland LA, no me imagino volver a un parque de atracciones sin un pase exclusivo

Ir a Disney es una gran experiencia que recordar durante toda tu vida con atracciones como Piratas del caribe, pero hacerlo con un tour privado, es algo casi irrepetible

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Disneyland

Hace unos días, tuve la oportunidad de acudir a Los Ángeles para probar durante varias horas Star Wars Outlaws. Ya habrá tiempo para poder hablar de la experiencia que ha tenido 3DJuegos con el título de Massive, pero es que además de esa oportunidad, desde Ubisoft tuvieron a bien invitar a un Tour VIP por Disneyland LA a todos los asistentes al evento.

Y es que este parque de atracciones tiene una gran zona dedicada a Star Wars, el conocido como Galaxy Edge. Una parte importante es todo un "barrio" dedicado al universo de la trilogía de películas más reciente, con Kylo Ren, Finn o Rey de protagonistas, pero también cuenta con la presencia de atracciones realmente llamativas como la espectacular Rise of the Resistance.

Para cualquier persona, esta es una experiencia inolvidable, pero es que mi caso debía ser aún más. Ya no es que nunca haya acudido a un parque Disney, es que no lo he hecho a ningún parque de atracciones... Ni siquiera la Warner de Madrid o Portaventura en Tarragona. De hecho, no me he montado ni en la noria que ponen en la Semana Negra de Gijón, mi ciudad.

Un Tour VIP con Disneyland desierto

Supongo que esto es como pasar de ser futbolista amateur a competir en Champions League, y que mi sorpresa por las atracciones es máxima, pero haríais bien en creerme cuando os digo que ha sido una experiencia prácticamente irrepetible. Y es que no se hace un tour VIP por Disneyland todos los días.

DisneyLand La mítica estatua de Walt Disney con Mickey.

Para ello hubo que hacer algún sacrificio. Fue necesario levantarse a las 5 de la mañana, ya que la primera parte de nuestra experiencia por el parque de atracciones tuvo lugar antes siquiera de que el público general pudiera acceder al recinto. Ver un lugar como Disneyland completamente vacío, con las tiendas abandonadas a la espera de la llegada de los trabajadores, es algo que impresiona.

El trayecto hasta el Galaxy Edge nos llevó por lugares como Frontierland, o la ciudad basada en los cuentos clásicos de Disney, y nuestro grupo fue de la mano de Judy, una encantadora trabajadora de los tour VIP. Este servicio personalizado puede ser contratado por parte de los visitantes, y nos comentaba que normalmente suelen ser familias quienes lo hacen.

Su trabajo es organizar las visitas para que se saque el máximo del tiempo disponible, llegando a llevar a cabo cuestiones como reservas en restaurantes. Aunque quizás lo más interesante para la mayoría sea el acceso prioritario a las atracciones, la conocida como Lightning Lane. Cuando lo normal son más de 40 o 50 minutos de cola, se agradece poder entrar en ellas en apenas un par.

Star Wars Momento en el que nos dan la charla sobre Imagineers y Star Wars.

Sea como sea, el primer guía fue otra persona. Estamos hablando de un miembro destacado del equipo de Imagineers de Disney, el cuerpo de ingenieros que diseña y crea las atracciones de los diversos parques de la marca. Durante un rato, el que teníamos hasta que a las 8 de la mañana empezasen a entrar los visitantes, nos hizo una vista guiada por el Galaxy Edge comentando las particularidades del lugar y los desafíos que se encontraron por el camino.

Uno de los asuntos sobre los que incidió bastante es la coherencia temática del lugar. Aunque un parque temático basado en un mundo de ciencia ficción como es el de Star Wars en Disneyland pueda permitirse mil licencias sin que la gente se de cuenta, la realidad es que el equipo de Imagineers se tomó muy en serio su tarea.

Uno de los asuntos sobre los que incidió (el imagineer) es la coherencia temática

Tanto es así que se puso el acento en el reciclaje de tecnología en el barrio de la resistencia, así como se amplió la distancia entre este y la zona de la Primera Orden, para hacer más creíble que nunca se encuentren. Por no hablar de los puestos de merchandising separando ambos bandos: la Primera Orden lo dispone en un bastión con una bandera gigante, mientras la Resistencia trabaja con pequeñas naves desplegables que pueden despegar y huir a la mínima alerta. Lo dicho, atención al detalle.

Una vez terminado este tour, fue el momento de empezar con las atracciones. Gracias a Judy no tuvimos que hacer colas, aunque ya estaba llenándose el parque de visitantes... Y el primer destino fue Star Tours. Se trata de una de las más vetustas de Star Wars y mete a los visitantes en una nave de transporte civil dentro del mundo de la saga. Cada cierto tiempo cambian la película que se visiona en 3D delante de nuestros ojos, mientras la habitación se mueve para reflejar los bruscos movimientos que vemos.

Tours Star Tours. Foto de Disneyland.

Todo arranca con un escaneo por parte de los enemigos de la resistencia, el cual detecta un supuesto espía dentro del carguero, obligando a escapar a la nave. Lo gracioso es que ese espía fui yo mismo, saliendo reflejado en una foto sobreimpresionada en pantalla. Eso sí, habría sido aún más divertido para mi si no me hubiera mareado sobremanera.

No es que sea una atracción demasiado agresiva pero, como he comentado, nunca me había acudido a un parque hasta entonces. De nada sirvió que a mitad de trayecto apareciese un holograma de Rosario Dawson interpretando a Ashoka Tano dándome las gracias por mi esfuerzo... La última parte hizo mella en mi sentido de la orientación.

Es por eso que me tomé un respiro mientras mis compañeros de viaje se atrevían a ir a la Space Mountain o a la atracción de Indiana Jones. No fue mala cosa, porque eso me permitió echar un vistazo a las tiendas y ver un poco más hasta qué punto la experiencia de ir a Disneyland está más allá de las atracciones en sí. Además, este pequeño descanso me sirvió para coger fuerzas y animarme con dos experiencias muy chulas.

Las atracciones clásicas nunca fallan

La primera de ellas fue la de Piratas del Caribe, un auténtico clásico de Disney. Mediante unos raíles, los vagones con forma de pequeños navíos van avanzando mientras un trabajado set de animatrónicos te hace creer que estás viviendo la historia de Jack Sparrow. Ah y, por supuesto, todo está inundado para que de la sensación de que de verdad estás navegando.

Rise of the Resistance Este es el batallón que te recibe en la primera parte de Rise of the Resistance.

Aunque si hablamos de inmersión, la joya de la corona llegó justo después. Abierta hace apenas unos años, Rise of the Resistance te coloca en medio de una película de la nueva trilogía. La conjunción del uso de actores reales en la primera zona, así como el despliegue a nivel de recursos durante toda la atracción dejan a las claras que si sólo tienes tiempo para una atracción en tu visita, ha de ser esta.

Podéis echar un vistazo a los tours disponibles en vídeo, que os describen a la perfección lo que sucede en Rise of the Resistance. Pero como no es lo mismo ver un vídeo que vivirlo, os diré que, aunque no deja de ser un tren de la bruja hipervitaminado, su abrumadora escala es lo que marca la diferencia.

Siempre en el bando de Kylo Ren

Porque esa inmersión, la que van generando los pequeños detalles que se puede permitir la atracción, como el uso de ventiladores o el trabajo de las luces, hacen que el conjunto brille mucho más. Por ello, esta atracción fue la más especial de mi visita a Disney California.

Kylo

Por último, ya antes de acudir a la cantina para comer y marcharnos del parque, tuvimos la oportunidad de ver algo que hace las delicias de los niños; y no es otra cosa que los actores representando a personajes conocidos. Durante nuestro paseo nos dimos de bruces con Kylo Ren y una patrulla de StormTroopers, los cuales ayudan a los visitantes a sentirse dentro del mundo de Star Wars.

Además de un gran trabajo en los disfraces para que se sientan reales, y el evidente esfuerzo actoral en los gestos para que no se sientan extraños, hay un añadido muy interesante. Y es que Kylo y los Stormtroopers cuentan con unos moduladores de voz que cambian su timbre para asimilarlo al que podríamos esperar de Adam Driver.

Pues, como pasó con Ashoka y su holograma, llamé la atención del actor que daba vida al Kylo y me llamó al orden. Me preguntó si sabía dónde estaba la Resistencia, y me obligó a darle indicaciones. Todo habría sido mucho más serio si en medio del asunto no estuviera un niño de unos siete años gritando a pleno pulmón que estaban detrás de tal o cual edificio. Y ni aún así sacó de papel a Kylo y sus Stormtroopers; se ve que están acostumbrados.

No tengo referentes con los que comparar esta visita a Disneyland LA, ya que nunca había ido a ningún parque de atracciones. Sin embargo, me puedo creer que este tipo de escala, que se aprecia ya desde la llegada al Hotel Grand Californian, y la atención al detalle en asuntos como la recreación del Galaxy Edge, me hayan permitido tener una de las mejores experiencias de mi vida.

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