El estreno de Star Trek: The Motion Picture hizo historia por muchos motivos, uno de ellos por ser una de las películas más caras de todos los tiempos en su época. No fue un fiasco porque Paramount recuperó toda la inversión y acabó ganando bastante dinero con ella, pero les dejó el miedo metido en el cuerpo de cara a sus secuelas, que fueron algo más modestas y apostaron por un equipo creativo en el que Gene Roddenberry, creador de la franquicia, quedó fuera muy a su pesar.
Aquella decisión le pilló por sorpresa a Roddenberry. Y es que una vez visto el éxito de la primera aventura cinematográfica de Kirk y su USS Enterprise tenía bastante claro que habría una nueva entrega. Se adelantó incluso a los posibles deseos de la productora y elaboró una historia donde, esta vez sí, habría algo más de acción y se recuperaría algunos conceptos clásicos del show original. Desgraciadamente aquel proyecto del guionista nunca llegó a puerto alguno.
Y no fue por falta de intentos del creador de la saga. Harve Bennett, que terminó escribiendo la segunda incursión cinematográfica de la serie, la muy aclamada por todos Star Trek: La Ira de Khan, llegó a contar en Star Trek Movie Memories que, durante su etapa a cargo de la franquicia, Roddenberry le vino con esta historia, bautizada por él con el nombre en clave de Star Trek III, para todas las pelis para la tripulación del USS Enterprise que quisieron hacer en la década de 1980.
Cambiando a Khan por... ¿JFK?
Ya fuera por falta de confianza o porque el guion les horrorizaba, lo cierto es que nunca se le hizo caso y Star Trek avanzó con historias bastante alejadas de lo que proponía él. Aún así, como pasa con tantos proyectos fallidos de la industria, con el tiempo fuimos conociendo detalles de cómo habría sido este largometraje que nunca vimos, y lo cierto es que era cuanto menos peculiar, aunque polémico, donde un momento dado habríamos visto al Sr. Spock... disparando a JFK.
Se dice que la idea era traer de vuelta al Guardian de la Eternidad, "protagonista" del mejor episodio clásico de Star Trek (La ciudad al fin de la eternidad), que sería utilizado por los klingon para viajar atrás en el tiempo y cambiar la historia de tal modo que la Federación Unida de Planeta nunca habría existido. Por motivos de guion los cambios en la línea temporal no afectaron a los protagonistas, que junto a su nave decidieron poner rumbo al pasado para solucionar el percal. Sin embargo, paradojas del destino, acababan siendo los verdaderos culpables.

Y es que tal y como cuentan desde Trek Movie, la llegada del USS Enterprise a la EE.UU. de los años 60 provoca que John F. Kennedy cancele su viaje a Dallas y evite su asesinato, alterando así la historia para siempre. Al darse cuenta de que fueron ellos quienes alteraron la línea temporal, el capitán Kirk visita a JFK en la Oficina Oval y aquí es donde vienen las dudas sobre el desenlace de la historia. En un principio parecía que todo este tema quedaba como algo anecdótico, pero se dice que Gene Roddenberry llegó a pensar un plan donde los héroes del show de ciencia ficción debían encargarse de matar ellos mismos al 35.º Presidente.
Los fans se enteraron y montaron en cólera
Llego incluso a decirse que Spock era el tipo del montículo de hierba en el que acabaron con la vida de JFK en una idea que horrorizó a Paramount, y que se filtró entre los fans provocando que se organizara una campaña para evitar tal cosa. Por supuesto, nada de esto pasó porque la película nunca llegó a termino alguno. Y me alegro, la historia sonaba parecida a La ciudad al fin de la eternidad donde deben dejar morir a una activista por la paz a las puertas de la Segunda Guerra Mundial que habría evitado la entrada en el conflicto de Estados Unidos con todo lo que eso podría haber implicado para toda la historia del siglo XX. Además, aunque fuera defendido como un acto de pura "lógica" por el medio vulcano, habría manchado la imagen de uno de los personajes más queridos.

Finalmente Star Trek IV. Misión: salvar la Tierra sí narró una historia de viajes en el tiempo, pero apostando por una narración más desenfadada y sin asesinatos de presidentes de por medio. Años más tarde tuvimos Star Trek: Primer Contacto, ya con Patrick Stewart como Picard, que narraba cómo los Borgs iban al pasado para evitar el primer vuelo de curvatura de la humanidad, aunque de nuevo sin tener que acabar con la vida de un presidente. ¿Os hubiera gustado ver esta película?
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