Ver Longlegs ha sido una experiencia profundamente desconcertante. Es una película extraña que, como Nicolas Cage, la irreconocible estrella que encabeza su reparto, es capaz de lo mejor y de lo peor a la vez. Esta dualidad entre lo sublime y lo cuestionable la convierte en una de esas películas que echa gasolina por encima de la indiferencia y luego le arroja una cerilla encendida y que, sin duda, será recordada como un referente del género. O al menos, eso espero, porque es un reconocimiento merecido.
Una sobrecogedora y magnífica ambivalencia
Dirigida por Osgood "Oz" Perkins, hijo del legendario Anthony Perkins (famoso por su papel en Psicosis), Longlegs es una cinta que mezcla con éxito elementos de El silencio de los corderos, Zodiac y un toque de terror sobrenatural a lo Suspiria. En esta combinación, aunque ambiciosa, se maneja con un desparpajo asombroso, teniendo en cuenta que se mide con estos títulos, iconos indiscutibles de la historia del cine de los últimos 30 años. Además lo hace con descaro y apoyado en una técnica medida, meticulosa y fascinante. Una de esas películas cuya atmósfera deja al espectador completamente vulnerable.
La historia sigue a la agente del FBI Lee Harker, interpretada por una brillante Maika Monroe, quien es asignada para rastrear al esquivo asesino en serie conocido como Longlegs, un personaje que lleva dos décadas en una aparentemente aleatoria matanza de niñas y sus familias. Desde el inicio, la película establece un tono de terror y suspense que te mantiene inquieto y descentrado, utilizando una composición visual que hace que cada fotograma parezca inquietantemente vacío y lleno de tensión a la vez.
El éxito de Longlegs reside en su capacidad para amalgamar referencias y estilos y moverse con soltura entre sus junturas. Retomando los ejemplos anteriores, el enfoque de Perkins recuerda al trabajo de David Fincher en Zodiac, con una atmósfera densa y opresiva, y la influencia de El silencio de los corderos es evidente en la estructura narrativa y el desarrollo de personajes. Pero donde realmente brilla es en su integración de un terror sobrenatural , simbólico, meramente estético, y a la vez, central y necesario para la trama, evocando el misticismo de Suspiria. Y no ha sido una sola vez y por un solo motivo por lo que durante la proyección me ha venido la figura de Roman Polanski a la cabeza.
Un envoltorio de lujo para un regalo que no quieres
La producción de la película es sobresaliente, y es en definitiva lo que vende esta película al espectador. La dirección de Perkins es meticulosa y su habilidad para crear una sensación de pánico contenido a través de composiciones visuales severas es impresionante. La fotografía, a cargo de Andres Arochi, utiliza sombras, ventanas y puertas para revelar terrores que realmente llegan a estar en pantalla en muy pocas ocasiones.
Sin embargo, es en su núcleo donde Longlegs revela sus debilidades. La trama, aunque intrigante, es endeble y en definitiva vacía. Si no fuera por la sólida dirección, el cuidadoso montaje y las actuaciones hipnóticas, podríamos estar hablando de una película destinada a desaparecer rápidamente de la cartelera de verano. No obstante, su presentación fascinante y satánicamente cinematográfica hace que termine siendo una película que, si uno cree en estas cosas de la magia del caos, los glifos, los conocimientos thelemáticos, gnósticos y le debe al menos una cena a Glycon, podría decir que encierra en sus fotogramas algo mágico. Y eso que el cine, por su propia naturaleza, es tan mágico como ilusorio y trascendente. Es una obra que parece estar impregnada de un misticismo oscuro, algo que va más allá de la simple narrativa.
Las actuaciones en Longlegs son dignas de mención especial. Nicolas Cage, en el papel de Longlegs, ofrece una de sus interpretaciones más perturbadoras. Con un aspecto irreconocible y una voz que evoca a Charles Manson y Marilyn Manson, Cage entrega una actuación que es tanto aterradora como fascinante. Aunque su personaje es un tanto bidimensional, Cage lo llena de una intensidad que es difícil de ignorar. Sin embargo, es Maika Monroe quien realmente roba la película. Su interpretación de la agente Harker es tan verídica en este aterrador caos mágico que atrapa.
Longlegs es una película que, a pesar que al final no cuenta nada, destaca por su atmósfera inquietante, su dirección estilizada y sus actuaciones memorables, de esas que huelen a premios. Es una obra que desafía las convenciones del género y ofrece una experiencia cinematográfica hipnótica. Para aquellos que buscan una película de terror que ofrezca algo más que los sustos habituales, Longlegs llegará a los cines el próximo 2 de agosto.
En 3DJuegos | Entre la búsqueda de identidad, las modas y los tópicos del terror. Crítica de The Strangers, Capítulo 1
En 3DJuegos | Cuando la magia y la ciencia gobiernan la galaxia desde las sombras, te explicamos qué son las Bene Gesserit de Dune
En 3DJuegos | ¿Por qué se canceló la película más oscura, adulta y pesimista de Star Wars? Así era Duel of the Fates
Ver 0 comentarios