Posiblemente te acuerdes del boicot por parte de algunos fans al que tuvo que enfrentarse el lanzamiento de Hogwarts Legacy cuando llegó a las tiendas hace año y medio tras ser acusada de transfobia la escritora de los libros, J.K. Rowling. La campaña fue un fiasco porque, entre otras cosas, el RPG era un sueño hecho realidad para millones de seguidores de la franquicia, pero sí obligó a Avalanche Software a tener que desmarcarse públicamente de la autora británica, algo que desde HBO han evitado hacer hasta el momento con el remake de Harry Potter.
Es más, desde el canal de pago estadounidense la postura oficiosa es de defender la libertad de expresión de la escritora. Al menos ese es el mensaje que le han trasladado a Variety: "J.K. Rowling tiene derecho a compartir sus opiniones personales. Seguiremos centrados en el desarrollo de la nueva serie, que se beneficiará de su participación", recogen desde la revista estadounidense.
Esta declaración supone un cambio radical en Warner Bros., que hace solo cuatro años salía al paso de las opiniones de la guionista y productora británica con este mensaje contundente: "La postura de Warner Bros. sobre la inclusión está bien establecida, y fomentar una cultura diversa e inclusiva nunca ha sido más importante para nuestra empresa y para nuestro público en todo el mundo".
Desde el magazín norteamericano hacen una amplia radiografía del fandom desde que se acusó a J.K. Rowling de transfobia y el panorama es bastante desolador. Y es que Harry Potter, según cuenta Kat Miller, directora creativa de MuggleNet y coautora de The Unofficial Harry Potter Companion, encontró un nicho muy importante de seguidores en personas que se identifican como queer.
"La base de fans definitivamente se ha fracturado"
"La base de fans definitivamente se ha roto, y creo que eso se debe, sobre todo, a ella. Hay demasiadas cuestiones políticas que interfieren con el entusiasmo al 100%", añade Miller. Aún así, como demostró Hogwarts Legacy, estas personas no van a renunciar tan fácilmente a disfrutar de su pasión favorita, pero sí que puede suponer un problema para los protagonistas del nuevo programa de televisión.

En el pasado estrellas como Daniel Radcliffe no dudaron en mostrarse muy crítico con J.K. Rowling, y es de esperar que a quienes sean fichados para hacer de algún que otro personaje en el remake de HBO se les pregunte su opinión sobre el tema obligándoles a mojarse sobre el tema. En otras palabras, Rowling ha puesto a las futuras estrellas de la serie de fantasía en una difícil tesitura.
Pero eso será al menos en un par de años, ya que al remake de Harry Potter aún le queda bastante trabajo previo por delante. Desde HBO, dicho esto, se muestran optimistas con su resultado y ya piensa en rodar dos temporadas a la vez para evitar que sus niños actores crezcan mucho de un año a otro en Hogwarts. Por el momento no se ha confirmado ningún actor para el remake de televisión.
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selveMDFK
Hogwarts Legacy no triunfó pese al boicot. Hogwarts Legacy demostró que, afortunadamente, los niños chicos mongólicos y retrasados de Twitter que se ofenden hasta por el color de las cortinas son una minoría cuya opinión nos sopla fuertísimo los cojones a todo el resto de la humanidad.
En cuanto al remake de HBO: yo solo pido que respeten el material original y la visión de la autora y no fuercen inclusiones absurdas como una Hermione china o un Ron indú.
ivanmihovilovicmadrid
En tanto HBO respete el material original, la serie no va a tener problemas porque eso del "boicot" no fue mas que un berrinche de una minoría insignificante que no iba a afectar las ventas del juego de ninguna forma.
Es cosa de ver las cifras de ventas de juegos como DA:Veilguard, Star Wars Outlaws, Dustborne o Concord; todos productos dirigidos a esa misma minoría que queria boicotear a Hogwarts Legacy y que ni siquiera han logrado cubrir sus costos de producción. Al final, son minoría, hacen ruido pero ni siquiera apoyan los productos que se supone que defienden.