Llevo 25 años viendo todo lo que sale de Star Trek y lo tengo claro, no quiero ver más pelis como Sección 31 en el futuro de mi saga de ciencia ficción favorita

Desde hace poco más de una hora los usuarios suscritos a SkyShowtime pueden atreverse a perder algo más de 90 minutos de su tiempo dándole un tiento a Star Trek: Sección 31, un telefilm de la legendaria saga de ciencia ficción de la que no parece querer formar parte. Como os podéis imaginar por el tono de este primer párrafo no es un producto que me haya hecho tilín, más bien todo lo contrario. No me considero una persona especialmente crítica con Star Trek. Mi pasión por esta franquicia es tan gigantesca que he sido capaz de perdonar muchos defectos que otros han encontrado en producciones recientes como Star Trek: Discovery, en la que tiene su origen esta TV-movie. Un guionista lo tiene fácil para ganarme, pero en mi visionado de Sección 31, al menos en el primero, no he encontrado atisbo alguno de querer contentar al trekkie, al seguidor habitual de su gran universo.

No confundas, no estoy arremetiendo contra Star Trek: Seccion 31 por no haber hecho de esto un producto fan-service, de colar guiños aquí y allá para hacernos aplaudir con nuestras orejas de vulcanianos, eso también habría sido criticable. Sino al escaso interés por darle un empaque suficiente como para sentirlo parte del universo creado por Gene Roddenberry hace 60 años. ¿Y como producto de ciencia ficción independiente? Tampoco es un acierto. Lo que queda aquí es una TV-movie bastante genérica de la que muy pocos se acordarán en dos meses.

Es el piloto de una serie que nunca veremos

Entrando ya en materia, sería más justo hablar de Star Trek: Seccion 31 como un piloto fallido. Al fin y al cabo es así como nació, como el germen de un nuevo show derivado de Star Trek: Discovery que expandiera alguna de las tramas vistas en su segunda temporada con la emperatriz terrana Philippa Georgiou (Michelle Yeoh) a las órdenes de la infame Sección 31. La idea terminó siendo desechada por, entre otras cosas, los conflictos de agenda con su principal protagonista, pero el Oscar conseguido por la estrella hace un par de años hizo que Paramount viera un filón, suponemos, y se buscó darle una oportunidad como film al proyecto sin siquiera revisar el guion para quitar esa sensación constante de estar viendo un piloto.

Pero creo que la idea detrás de esta propuesta era mala desde el primer minuto. El simple esfuerzo de elevar a protagonistas a la Sección 31 que, para quien no lo sepa, es una agencia clandestina de inteligencia de la Flota Estelar muy alejada del espíritu original de Gene Roddenberry, me daba repelús. Hasta ahora siempre que aparecían en este universo de ciencia ficción eran retratados como bastardos, gente sin alma que, necesario o no para la seguridad de la Federación, no estaban escritos de tal forma que pudieran despertar la simpatía de los espectadores. ¿Serían capaces, con ese espíritu, de sostener toda una serie? Sinceramente, no.

Ni tampoco lo consigue Michelle Yeoh. Verla aparecer en Star Trek: Discovery era un 10, tenía un carisma ante la pantalla que pocos actores de la serie igualaban, y se le daba de fábula ser una villana, y también ser una anti-héroe. Pero siempre en dosis pequeñas. Tenerla aquí todo el rato puede acabar siendo cargante, y no es que ayude el hecho de que ahora hasta tenga su propia "guarida" de mala. Aún así es la única que consigue destacar de un mediocre elenco de personajes muy estereotipado. Quizás en una serie, al cabo de seis o siete capítulos, se les podría llegar a coger cariño, empatizar con sus vidas, pero volvemos a lo mismo de antes, ¿son estos los protagonistas que queremos ver en una producción de Star Trek?

Otro intento fallido de Guardianes de la Galaxia

Puedo entender muy bien qué es lo que pretendían desde CBS Studios, tener sus propios Guardianes de la Galaxia. El funcionamiento ya nos lo conocemos, unir a un grupo variopinto de personajes inadaptados con una misión muy complicada en la que deben aprender a dejar sus diferencias a un lado y trabajar en equipo al mismo tiempo que nos dejan momentos bastante irreverentes. A James Gunn le salió de 9 en el grupo de héroes de Marvel, pero todos aquellos que han tratado de imitarle hasta ahora han salido escaldados (ejem, Borderlands). ¿Por qué aquí iba a ser distinto? En ningún momento me he emocionado o he reído con ellos.

Tampoco me ha convencido la historia, creo de verdad que es algo que podría haberse resuelto en un episodio doble de Star Trek: Discovery sin necesidad de presentar a un nuevo grupo de personajes. En Sección 31, sin entrar en ninguna clase de spoiler, Philippa Georgiou debe enfrentar los pecados de su pasado haciendo frente a un peligro que amenaza con acabar con toda la galaxia. Sin embargo, su encaje en la cronología de la saga de ciencia ficción hace de todo esto una enorme conveniencia de guion que no me ha apetecido comprar de modo alguno. Tampoco me han seducido sus "giros" de guion, predecibles.

Sería hipócrita por mi parte criticar la factura técnica del film. Star Trek es una saga que vivió sus mejores años relegados a canales de televisión secundarios en EE.UU. donde los grandes dispendios no estaban a la orden del día. En Sección 31 es obvio que le han echado unos buenos fajos de billetes. Así, como un producto creado para televisión es competente, y tiene incluso una secuencia inicial muy bonita en su fotografía. ¿El problema? Me repito como el ajo, no se ve Star Trek. Como Alien y Star Wars, Star Trek tiene sus propios rasgos identitarios a nivel visual que este telefilm ignora por completo para ofrecernos algo muy genérico.

Por todo esto y por muchas otras cosas, como por la decepcionante introducción de un personaje que vimos en un flashback de TNG, he de concluir que Star Trek: Sección 31 es un petaQ. Enfurecerá a los fans de la saga de ciencia ficción, y no ofrecerá nada nuevo ni entretenido a aquellos que busquen una space-opera que verse en un menos de dos horas. Es un telefilm bastante mediocre que marca el punto más bajo de una franquicia con más de medio siglo de vida y debería ser un mensaje de advertencia claro a los jefazos creativos de la serie de "espabilad" o la marca Star Trek pronto quedará como un bonito recuerdo del ayer.

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