G.I. Joe, ese histórico icono de la acción militar de plástico, no solo ha sido una de las licencias jugueteras más exitosas de todos los tiempos, especialmente tras su regreso miniaturizado y multiarticulado en los años 80. Su impacto trascendió el simple mundo del juguete y coleccionismo para convertirse en una plataforma de prestigio en la que colar tu propia licencia y vendérsela a los chavales. De ahí que, en la década dorada de los juguetes, viéramos, por ejemplo, a lo personajes de Street Fighter II en las estanterías. Sin embargo, pocos conocen que, durante un momento muy breve, Rocky Balboa, el imbatible boxeador de Sylvester Stallone, también estuvo a punto de ser parte de esta icónica línea de figuras.
La rocambolesca historia de Rocky como G.I. Joe
En 1987, Hasbro tenía planes ambiciosos. En respuesta al éxito de las películas y el potencial espacio en el mercado para juguetes basados en Rambo, decidieron que sería un movimiento inteligente incorporar a Rocky Balboa en su línea de G.I. Joe. El concepto era claro: Rocky no solo se convertiría en un personaje dentro del universo expandido de G.I. Joe, sino que también recibiría su propia figura de acción. Pero, ¿cómo fue posible que un plan tan prometedor se desmoronara en tan poco tiempo y la figura no llegara a las jugueterías?
Fotografía del prototipo de la figura de Rocky Balboa de G.I. Joe de Bill Merklein, vía Action Figure Collector Magazine
En el auge de la popularidad de G.I. Joe, Hasbro decidió aprovechar la fama de Sylvester Stallone. Dado que la licencia de Rambo acababa de ser cedida a Coleco, recurriendo a lo más parecido que había a mano. Rocky Balboa, el legendario boxeador de las películas homónimas, estaba destinado a unirse a la legión de héroes en miniatura. El equipo de diseño de Hasbro, liderado por el escultor Bill Merklein, llegó a crear un prototipo en cera de la figura de Rocky. Además, se había diseñado incluso el blister y el cartón del personaje, que mostraba al personaje con un arma bastante peculiar: un palo con guantes de boxeo en ambos extremos, al más puro estilo de los Gladiadores Americanos. Todo estaba preparado para que la figura entrará en producción. Incluso también contaba con una historia en los cómics.
Portada del segundo número de G.I. Joe: Order of Battle, donde puede verse a Rocky Balboa
Una excusa vergonzosa
En el segundo número de G.I. Joe: Order of Battle, publicado por Marvel Comics en 1986, Rocky Balboa hizo una aparición estelar. El cómic, escrito por Larry Hama y con arte de Herb Trimpe, lo presentó como el nuevo instructor de combate del equipo de G.I. Joe. Su papel era el de entrenar a los otros miembros en el arte de recibir golpes, una habilidad que, en el mundo de G.I. Joe, tenía tanto valor como cualquier técnica de combate avanzada. Entre tanto ninja, piloto, exploradores y experto en explosivos, siempre viene bien que alguien te enseñe a encajar un puñetazo o dos, por si los villanos de Cobra te lanzan, no sé, ¿un misil?
La introducción de Rocky en Order of Battle no fue simplemente un guiño pasajero, si no parte de la estrategia de apoyo al lanzamiento de la figura de Rocky. El cómic fue el medio a través del cual se presentó su biografía, destacando sus habilidades y su rol en el equipo. La ficha del personaje mostraba a Rocky en acción en chándal y con cinta deportiva en la cabeza, listo para entrenar a los Joes y aportar una dimensión más a la narrativa de la serie.
Pero la situación tomó un giro ridículo cuando, en el número siguiente, Marvel tuvo que publicar una curiosa y breve nota retractándose de lo publicado apenas un mes antes. La editorial de Spider-Man y los X-Men se vio obligada a aclarar que Rocky Balboa "no es y nunca ha sido un miembro de G.I. Joe". La corrección fue una de las pocas retractaciones formales que ha habido en la historia de los cómics, y la razón detrás de este giro absurdo era aún más sorprendente.
Los motivos de la retirada de Rocky Balboa
¿Por qué un plan que parecía tan sólido terminó en nada? Según explica Kirk Bozigian, ex gerente de productos de Hasbro en Mental Floss, la razón principal fue la avaricia. “El motivo por el que Rocky fue excluido de la línea de G.I. Joe es que sus agentes se volvieron codiciosos. Mientras estábamos diseñando y esculpiendo a Rocky Balboa, una empresa de juguetes competidora, Coleco, estaba lanzando figuras de acción y vehículos de Rambo para competir con nosotros. La decisión de dejar a Rocky fuera fue fácil."
Ilustraciones para el empaquetado de las figuras de G.I. Joe de Rocky Balboa y Big Boa
Las figuras de Coleco de Rambo eran muy parecidas a las figuras de los Joe y pesar del tiempo y recursos invertidos en el desarrollo de Rocky Balboa, Hasbro decidió dar marcha atrás en el proyecto. Con la licencia de Rambo acaparando gran parte del mercado y con la aparición de la figura de Rocky aún en fase de diseño, Hasbro tuvo que abandonar el proyecto para evitar conflictos legales con el actor y con Coleco y costes de producción innecesarios.
Este cambio dejó a Rocky Balboa fuera de la línea de G.I. Joe, y el personaje de Big Boa, una figura de Cobra diseñada originalmente como el rival de Rocky, acabó siendo lanzada en solitario. Big Boa, con sus guantes de boxeo y su saco de entrenamiento, llegó a ser parte del universo de G.I. Joe, mientras que Rocky se quedó como una curiosidad en la historia del coleccionismo de juguetes.
G.I. Joe Classified Series #114, Big Boa, Figura de acción coleccionable de 6 pulgadas con 5 accesorios
A día de hoy, la historia de Rocky y G.I. Joe sigue siendo un tema fascinante para los coleccionistas y los aficionados a la cultura pop. Nos recuerda que, en el mundo de los juguetes y las licencias, las cosas no siempre van según lo planeado y que incluso una licencia tan rentable como G.I. Joe puede sufrir descalabros.
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