He de decir que el tráiler la película ya me escamó bastante, pero me aventuré a darle una oportunidad y confirmé todos mis temores: Uglies (Los Feos en España) es una distopía de ciencia ficción juvenil que llega tarde, en un momento donde como espectadores lo hemos visto todo en un subgénero pasado de moda tras alcanzar grandes éxitos en los 2010 con Los Juegos del Hambre, sobre todo.
No, no estoy afirmando que sea hora de abandonar este tipo de estrenos. Como alguien que creció con todo el fenómeno de Los Juegos del Hambre rivalizando incluso con el cine de superhéroes de Marvel Studios en taquilla, me encantaría volver a vivir un boom como este, pero creo que para hacerlo hace falta algo más que repetir clichés y apostar por un guion bastante insulso como este. Y es que Uglies, más que querer resucitar el género con una propuesta refrescante, parece estar buscando enterrarlo reuniendo en un mismo producto sus peores hábitos.
Se empezó a hablar de hacer esta película en 2006
Parte del problema quizás esté en lo complicado de llevar a cines una premisa como la que ayudó a Traición, la novela de Scott Westerfeld en la que se basa el film, a convertirse en un éxito literario por el que varios estudios Hollywood se pegó por conseguir sus derechos hace 18 años (incluso antes de que Los Juegos del Hambre asaltaran los cines en 2012). Esta consiste en hacernos viajar a un futuro postapocalíptico no muy cercano donde no existe la fealdad al llegar a la edad adulta, teniendo que pasar todos por un proceso que les hace "guapos" y permite eliminar de un plumazo, como si fuera tan sencillo, la desigualdad.

El mensaje de Uglies, como os podéis imaginar, no es otro que hacer una crítica a la superficialidad que nos rodea, a esos estándares de belleza inalcanzables que algunas veces se pretenden imponer en la sociedad. Y puede que esta denuncia funcionase muy bien en su formato original, invitando al lector a aceptarse como es, pero como peli esta es una denuncia que no termino de ver narrada de forma adecuada, limitándose a hacernos ver que operarse nos hace tontos y bordes.
100 minutos de duración con poca acción y rumbo
Así, y entrando ya más de lleno a hablar de lo que vemos en Uglies, el film nos lleva a seguir los pasos de Tally (Joey King), una chica deseosa de poder dejar atrás su infancia y ponerse piernas más largas, ojos más brillantes, etc. Pero, claro, todo esto esconde una verdad que pronto descubriremos, empezando así una historia de acción y aventura incapaz de avanzar a un ritmo decente, en la que un grupo de forajidos ("smokies") trata de hacer frente a un sistema tiránico. Nada que no hayamos visto ya en un sinfín de ejemplos en la última década.
Uglies (Traición 1) (Montena)
En definitiva, Uglies es otra distopía de ciencia ficción juvenil que no consigue emocionarnos en casi ninguno de sus cerca de 100 minutos de metraje. La película es aburrida, y sus artimañas para hacernos creer que estamos en un mundo futurista ya no cuelan, a pesar de que admito que esa trepidante escena de persecución por esa gran ciudad atiborrada de CGI no me disgustó del todo. Aunque hasta ese breve momento me dejó cierta sensación de déjà vu al verlo.

Y claro, una premisa cursi, unas escenas de acción limitadas, y un exceso de "brillín" en la caracterización de personajes, impide que sus actores puedan tener opción alguna de destacar, pero podemos decir que hacen bien sus papeles.
Es posible encuentre cierto éxito en streaming que obligue a Netflix a continuar su historia, y sería de agradecer ya que el film acaba con un final abierto, pero no creo que su visionado sea capaz de aportar algo que no hayamos visto estos años. Quizás Uglies debió haberse lanzado hace 18 años para tener su oportunidad, pero hoy se siente un producto horrible y totalmente fuera de su tiempo.
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2 comentarios
rock320
representa la sociedad actual ,,los mobiles vs recicladores ..lol
omegalion
Esta entretenida, eso si los fx podrian ser mejores