Después de toda una vida vinculado al cine de acción, Sylvester Stallone decidió hace un par de años dar el salto a la pequeña pantalla con un objetivo claro: poder interpretar el papel de un capo de la mafia. Si bien ha coqueteado en más de una ocasión con el género, ahí tenemos Avenging Angelo, la estrella de ascendencia italoamericana siempre ha deseado hacer de mafioso. Por lo que cuando le llegó el guion de Tulsa King, no se pensó dos veces aceptar el reto propuesto.
"Este es un papel de fantasía. (...) Siempre quise interpretar a un gánster. No a un vaquero, ni a un indio, sino a un gánster. No me pregunten por qué, pero hay un cierto romanticismo en este tipo de personajes", confesó Sylvester Stallone, que siempre se quedó con una espinita clavada aquí desde que en sus primeros años en Hollywood fuera rechazado extra como de El Padrino de Francis Ford Coppola.
Un viejo capo de la mafia de Nueva York en Oklahoma
Y debemos agradecer que aceptara el desafío porque me es difícil pensar en qué habría sido Tulsa King sin el carisma de la estrella de Rocky y Rambo. Así, en esta ficción creada por Terrence Winter (de Los Soprano) seguimos los pasos de un septuagenario capo de la mafia con cara de no querer hacer muchos amigos que, después de media vida encerrada en la cárcel por un crimen que no cometió, ve cómo aquellos a los que juró lealtad le han mandado al "exilio" en Oklahoma.
Así comienza el viaje de Dwight Manfredi (Stallone) hasta una ciudad del Centro Suroeste de EE.UU. donde no solo descubrirá que este mundo es muy distinto al que dejó atrás hace 25 años, sino que también tendrá que hacer nuevos aliados, y enfrentar nuevos villanos. ¿El resultado? Una entrañable comedia que sabe cómo sacar el máximo partido a su protagonista dejándonos momentos inverosímiles capaces de provocarnos alguna carcajada, pero también alguna escena humana.

Más que a Los Soprano, me recordó en tono, ritmo y personajes a los inicios de Breaking Bad
No estamos antes una nueva Los Soprano, todo sea dicho. Si bien cuenta con uno de sus principales guionistas entre sus promotores, la serie se deshace de estos mafiosos para apostar por socios bastante inesperados que, en cierta forma, me recordó un pelín más a Breaking Bad (sobre todo las primeras temporadas), por el escenario donde nos situamos, por las tramas que se nos introduce, por el ritmo de narración y por el tipo de personajes. Aquí no tenemos a un Paulie Gualtieri o a un Silvio Dante, sino al dueño de una tienda de cannabis 100% legal que se verá empujado a toda clase de actos delictivos por parte del "general" Manfredi, o a un extaxista que vive con sus padres deseoso de poder hacer algo para alejarse de su monótona vida.
Es evidente que Tulsa King está hecha, sobre todo, para lucimiento de Stallone, pero sus personajes secundarios son divertidos y saben aportar todos ellos los ingredientes suficientes para que esta serie no sea un simple show de un gánster cuadrado dando mamporros. Es divertida, tiene varias subtramas que ayudan a cogerle cierto cariño a sus protagonistas, no abusa de los momentos de excesiva violencia gráfica ni de los denudes, y cuentan con episodios bastante breves que da gusto devorar. Puedes verlos todos sus capítulos a través de SkyShowtime.
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Lyonh
Prometía, pero ni de coña es una buena serie. Unas veces comedia, otras un drama serio y muchas veces parece el típico sitcom. Al final la realidad es que no llega a ninguna de ellas.
Empezando por el protagonista, que es el típico resuelve problemas, que es la ostia, que todo el mundo le rinde pleitesia. Llega a un sitio, reparte estopa y por arte de magia todos le comen los huevos a la de ya, excepto si se topa con mujeres, entonces ellas saben más y tiene que agachar la cabeza.
El resto, ni perder el tiempo, una panda de don nadies que siguen a su líder porque es el todopoderoso, que en cuanto tienen un hueco de lucirse un poco sin él y no parecer unos simples esbirros, enseguida vuelve a aparecer el Señor y vuelta a irse todos a la mierda.
Hago mención especial a la tía rara de la tienda de porros. Que empezó como una friki cualquiera y ahora de repente por la gracia del dios porreta o del universo rosa, resulta que sabe de armas, se crió en el campo y 200 cosas más que los guionistas dirán que es para encajar en todo lo que es bueno y guay, todo al final para que no parezca lo que es realmente, una tía que sólo da una grima de la ostia.
Cuando ya ves a la VIEJA, porque es lo que es, una puta vieja de rancho, que va pavoneándose por ahí como si tuviera 20 años, con su pelo largo ondulado perfecto gracias al sol y al trabajo duro que dan los ranchos de caballos, todos lo sabemos. Que va con su moral intachable por la vida, pero luego el JEFAZO es su idea de tío de moral incuestionable. Anda y vete a tomar por culo.
Y ya para terminar, los mafiosos de Nueva York, los "malos". Que son malos de la puta risa que dan y de lo patéticos que son. Hoy soy duro, mañana bobo, digo 2 cosas y soy fuerte pero luego EL JEFASO con su frikiparty de chalados nos manda a tomar por culo a nosotros, una familia de Nueva York, que vamos de sobraos y sólo acabamos siendo 4 gilipollas en un intento de restaurante medio a oscuras. Iros a cagar.
En resumen, con ganas de que termine esta segunda temporada y mandarla a la puta mierda. Lo siento, Stallone, si esto era lo que pretendías con una serie de mafiosos, la has cagado. Eres un actor que me gusta, eres de la vieja escuela y tienes a tus espaldas buenas películas, algunas de ellas clásicos indispensables, pero no siempre vas a acertar, es humano y lo entiendo. Creo que eres otra victima de estos tiempos. Hace 20 años te hubiese salido otra cosa, estoy seguro. Llegaste tarde.