Me resulta un tanto triste que haya toda una generación de espectadores que desconoce por completo Las Aventuras de Buckaroo Banzai, una de las películas de ciencia ficción más singulares y subestimadas de la historia del cine. Es probable que muchos solo la recuerden como una referencia fugaz en Ready Player One. Sin embargo, esta película va mucho más allá de ser una simple curiosidad de culto. Es una mezcla extraordinaria de serie B y videoclip musical ochentero que, a día de hoy, sigue siendo injustamente ignorada por el público en general.
Dirigida por W.D. Richter y escrita por Earl Mac Rauch y protagonizada por Peter Weller (sí, RoboCop), Las Aventuras de Buckaroo Banzai (The Adventures of Buckaroo Banzai Across The 8th Dimension) se estrenó en 1984 con un recibimiento muy tibio por parte de la crítica y el público. La trama sigue a Buckaroo Banzai, un neurocirujano brillante que, cansado de una vida dedicada únicamente a la medicina, se embarca en aventuras interdimensionales con su banda de científicos rockeros, los Hong Kong Cavaliers. Equipado con su Jet Car, Buckaroo desafía las barreras dimensionales mientras lidia con alienígenas, conspiraciones intergalácticas y su némesis, el malvado Dr. Emilio Lizardo. Os he dicho que era rara y ochentera.
La película inicialmente fue un fracaso de taquilla, claro, pero con el tiempo se convirtió en una verdadera joya de culto. ¿Por qué? Su encanto reside en su capacidad para romper convenciones y mezclar géneros de una manera tan única que desafía las expectativas del espectador. En ella está el germen por ejemplo de Guardianes de la Galaxia, con su combinación de acción trepidante, humor extravagante y una banda sonora que se convierte en un personaje por derecho propio. Es verdad que cierto revisionismo nostálgico ha acudido al rescate de ella, pero sí es interesante que una película tan extraña llegara a estrenarse. O producirse. Pero de eso trata precisamente esta historia que tiene a una sandía como protagonista.
La sandía del descontrol que reveló la libertad creativa
Una anécdota fascinante sobre el rodaje de Buckaroo Banzai involucra a una misteriosa sandía. En una escena clave, los personajes de Reno (interpretado por Pepe Serna) y New Jersey (interpretado por Jeff Goldblum) se encuentran con una misteriosa máquina con una sandía, aparentemente fuera de lugar, como uno de sus componentes. Reno, de manera enigmática, dice: "Lo explicaré más tarde". En el comentario de audio del Blu-ray, el equipo de rodaje explica que decidieron colocar la sandía en la escena como una especie de prueba.
¿Qué prueba? Se dice que habían tenido discrepancias creativas con uno de los productores. Cuando dejaron de recibir notas de producción, entendieron que ya nadie estaba revisando de cerca el material que se rodaba diariamente. Entonces, decidieron introducir la sandía sin mencionarla en el guion. Para su sorpresa, nadie del estudio cuestionó la presencia del inusual elemento en la escena. Y claro, a partir de ahí, "todo vale".
Ese espíritu transgresor se llevó por delante la película, como es de esperar. Pero también la dotó de una extravagante personalidad que ha hecho que Buckaroo Banzai no sea una película para todo el mundo, pero para aquellos que se aventuran a descubrirla, en Prime Video o en Filmin, ofrece una experiencia única y memorable. La combinación de ciencia ficción estrafalaria, personajes excéntricos, un total descontrol cinematográfico y un cuarioso desprecio creativo hacia las expectativas convencionales. Y te garantizo que no vas a poder sacarte el tema musical de sus créditos de la cabeza.
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