En unos días se cumplen dos meses desde el estreno de Star Trek: Sección 31, una TV-movie ambientada en el universo de ciencia ficción que acabó siendo un completo desastre con un 16% de recomendación en Rotten Tomatoes así como un paupérrimo 3,8/10 en IMDb que la sitúa como la peor película de todos los tiempos de la franquicia. Y lo peor de todo es que el batacazo se venía venir.
Rob Kazinsky, quien interpretó a Zeph (el "humano ciborg" con exosqueleto), mantuvo una charla hace unas semanas con los fans que ha trascendido ahora a redes sociales en la cuál explica que ya se olía la tostada de que esto iba a acabar bastante mal desde que le presentaron la idea. Aún así, y a pesar de considerarse un seguidor más de la franquicia, aceptó participar en el proyecto tras conversar con los productores de Star Trek y descubrir una supuesta verdad incómoda.
"Cuando conseguí este trabajo, pensé... ¿por qué hacen una peli de la Sección 31? Va a ser odiada desde el principio, nadie va a querer ver esto. (...) Luego hablé con Alex [Kurtzman, productor] y con Olatunde [Osunsanmi, director], y me explicaron que Star Trek se está muriendo. No sé si la gente es consciente de esto. Estaba hablando de Star Trek en mi gimnasio. Soy boxeador y entreno con muchos chicos, y ninguno de ellos sabía qué era Star Trek. (...) La base de fans de la saga nunca ha sido enorme, esto siempre ha sido más algo un grupo pequeño y apasionado. (...) Pero ese grupo tan entusiasta está envejeciendo, y realmente vamos a perder Star Trek si no conseguimos llegar a nuevos fans y encontrar formas de que la gente ame lo que nos gusta tanto". TrekCulture

"Nuevas versiones de Star Trek para otra época"
"En cuanto escuché esto, apoyé la peli al 100%", añade Rob Kazinsky, explicando así que Sección 31 no está hecho para los fans, sino como puerta de entrada a su extenso universo de ciencia ficción. "Se trataba de crear diferentes versiones de Star Trek para una época diferente, de intentar atraer a gente nueva; de eso se trata Starfleet Academy", comenta el actor. Y puede que tenga razón, a medias.
Como podéis sospechar, estas declaraciones han caído como un jarro de agua fría en una comunidad de trekkies que recuerda que lo primero para que un producto de Star Trek pueda funcionar es que guste al menos a sus más incondicionales, y Sección 31 se olvidó por completo de ellos con una historia que no parecía tener mucho encaje en la mitología de Gene Roddenberry. Es evidente que Star Trek debe abrirse a nuevos públicos apostando por tonos distintos, pero sin olvidarse de dónde venimos. Confiemos en que los próximos estrenos de la franquicia sepan cómo encontrar el punto de equilibrio justo entre lo viejo y lo nuevo.
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