A estas alturas de la vida, recomendar la lectura de Watchmen puede parecer algo trasnochado. Es fácil pensar que su arte ha quedado algo desfasado y que su mensaje ya no tiene sentido. En tiempos de películas de superhéroes por docenas, con tramas ultraviolentas y personajes moralmente ambiguos, podría parecer que la obra maestra de Alan Moore, publicada en 1986, ya no tiene mucho que ofrecer. Pero sería lo mismo que decir que Caravaggio ya no tiene pegada como artista, ¿verdad? Hay que asumir que, en los tiempos que vivimos, el mensaje contrahegemónico y antifascista de Watchmen es más necesario que nunca. Casi 40 años después de su primera publicación, me encomiendo a la voluntad del dios Glycon y me calzo las gafas de pasta para tratar de resumir por qué Watchmen es el mejor cómic de superhéroes jamás creado y por qué, en este contexto político y social tan convulso, es más importante que nunca leerlo.

Watchmen narra una historia alternativa en la que los superhéroes existen en un mundo cercano al nuestro, en plena Guerra Fría, donde la figura del héroe ha sido cuestionada y desbordada por la realidad política. La trama comienza con la muerte de Edward Morgan Blake, conocido como el Comediante, lo que lleva a un grupo de ex héroes, incluidos personajes como Rorschach, Dan Dreiberg (Búho Nocturno), Laurie Juspeczyk (Espectro de Seda), el Dr. Manhattan y Ozymandias, a investigar el misterio y enfrentarse a un complot que podría desatar la Tercera Guerra Mundial. A nivel narrativo, Watchmen se distingue por su estructura no lineal, utilizando flashbacks y narrativas dentro de narrativas (como los cómics que aparecen dentro del cómic) para profundizar en los personajes y sus dilemas morales.

Análisis formal de Watchmen
Uno de los aspectos más destacados de Watchmen es su innovador enfoque visual. A través del trabajo de Dave Gibbons, la estructura narrativa del cómic se vuelve casi tan importante como el contenido mismo. El formato de la obra, con sus 12 números iniciales, utiliza una estructura que no solo se convirtió en una de las características más identificables de Watchmen, sino que también refuerza su mensaje al ofrecer un ritmo controlado y meticuloso, generando una sensación de claustrofobia y predestinación. La simetría y la repetición de las viñetas a lo largo de toda la obra es algo más que un recurso narrativo, tienen su propio valor simbólico y nos dan la sensación de que el destino de los personajes está preestablecido, como si todo en su mundo fuera parte de un reloj que se acerca al fin. La simetría es uno de los temas que subyace en el arte de Watchmen y que da coherencia a la obra más allá de su trama.
Watchmen (Edición cartoné)
El uso del color, principalmente en tonos amarillos, naranjas y rojos, también juega un papel importante en la atmósfera general. Por ejemplo, a través de estos tonos, se crea una sensación de descomposición y decadencia, un reflejo del propio estado de la sociedad que Moore desea retratar y que contrastan con el azul celeste del Dr. Manhattan. Este contraste de color ayuda a Moore a situar al personaje como un agente externo a la humanidad. Es un cómic visualmente vibrante y, al mismo tiempo, inquietante, que transmite el tono sombrío de la historia de forma impecable. En las páginas de Watchmen no hay nada gratuito: si aparece en una viñeta, seguramente tenga algún peso para la trama o un valor simbólico.

Análisis narrativo de Watchmen
A nivel narrativo, Watchmen es una obra extremadamente compleja, con una estructura que invita a la reflexión. Moore optó por un enfoque que asalta las convenciones del género de superhéroes de la época. Mientras que los cómics convencionales ofrecían héroes con un código moral claro y una puesta en escena exagerada, en Watchmen los personajes son moralmente ambiguos, sus motivaciones son cuestionables y sus acciones tienen repercusiones que desafían las ideas tradicionales de justicia y sacrificio.
La historia en sí misma se desenvuelve de manera no lineal, a través de flashbacks y narrativas paralelas. Cada personaje tiene su propia historia y perspectiva, lo que permite al lector explorar diferentes capas de la trama. El cinismo de los personajes de Moore en la obra no es más que una ilusión, ya que el autor no crea juicios morales sobre los personajes, sino que es el lector el que mide las acciones de los personajes con sus propios valores.

Análisis simbólico de Watchmen
El simbolismo en Watchmen es otro de sus pilares, aunque tal vez no sea el más evidente. Desde el propio Rorschach y su máscara de manchas de tinta hasta el reloj del juicio final, los símbolos están presentes en cada rincón de la obra. Alan Moore tal vez sea uno de lso autores más conscientes del poder de los símbolos y sus efectos en los lectores, de ahí que debamos asumir que si vemos algo dentro de Watchmen, ese elemento tenga un significado y una finalidad, aunque no nos resulte evidente en un primer momento.
Muchos de estos códigos utilizados en Watchmen funcionan en el lector de manera casi subliminal, como el diseño de las páginas y las viñetas de cada una de ellas, en un esquema que tiene un sentido global a lo largo de la obra y no solo en cada capítulo en cada página. Quizás el más icónico de todos es el logo del Smiley, que aparece en la chapa que luce El comediante en su uniforme y que se ha convertido en el emblema de la historia. Este símbolo, tan simple y reconocible, es una representación del contraste entre la apariencia y la realidad, y se convierte en una constante metáfora de la farsa que rodea a los héroes.

Uno de los elementos más discutidos del cómic es el Dr. Manhattan, el superhéroe con poderes casi divinos que representa la deshumanización y la pérdida de conexión emocional en un mundo donde la ciencia y la tecnología parecen tener todas las respuestas. Curiosamente, los poderes del personaje, frutos de la ciencia, tienen unos efectos sobre el mundo físico que en nada se diferencian de la magia y que están limitados solo por la imaginación y la voluntad del personaje. En una primera lectura la presencia del Dr. Manhattan en la historia también se puede interpretar como un comentario sobre la política global y las armas nucleares, especialmente en un contexto histórico tan tenso como el de la Guerra Fría. Pero este personaje tiene una profunda carga filosófica y teológica que bebe tanto de tradiciones herméticas como de la cultura pop y la mitología de Superman.

Impacto en la industria de la publicación original de Watchmen
Cuando Watchmen fue publicado originalmente por DC Comics, cambió para siempre el panorama de la industria del cómic. Antes de su llegada, los superhéroes eran, en su mayoría, personajes con una moralidad unidimensional y atascados en situaciones predecibles enmarcadas dentro de unos intereses comerciales y editoriales. Watchmen transformó este enfoque, mostrando un mundo en el que los héroes no solo eran falibles, sino que, en muchos casos, sus acciones y decisiones eran irresponsables o incluso peligrosas, pero humanas.
La complejidad de los personajes y la trama significó que el cómic de superhéroes había llegado a un nivel literario nunca antes alcanzado. Resulta curioso que DC Comics, todo un gigante en la industria del cómic nortemaericano no haya sabido verse a sí misma reflejada en la trama de Watchmen durante todos estos años. O tal vez, no le ha importado lo más mínimo mientras el producto siga siendo rentable, lo que deja de darle la razón a Watchmen y Moore.
Su éxito crítico y comercial abrió las puertas a una nueva era para los cómics, demostrando que este medio podría ser mucho más que un entretenimiento para niños. No es justo decir que con Watchmen el cómic alcanza su madurez, ya que el medio llevaba muchas décadas ofreciendo obras interesantes y completamente adultas, e intelectualmente desafiantes. Pero sí que los cómics de superhéroes encontraron un espejo en el que mirarse como fenómeno cultural. Lo que cada cual viera en el reflejo ya es cosa suya. La industria comenzó a ver el potencial de los cómics como una forma seria de arte y una plataforma para abordar temas sociales y políticos para un público mayoritario.

Vigencia actual del mensaje social y político de Watchmen
Hoy en día, el mensaje social y político de Watchmen sigue resonando con fuerza. En un mundo donde las tensiones políticas y sociales son cada vez más evidentes, el mensaje contestatario y antifascista de Moore nunca ha sido tan relevante. La obra aborda cuestiones como la corrupción política, el abuso de poder, los estados policiales, la vigilancia a la población, la deshumanización de la sociedad, el mercantilismo y la amoralidad en la guerra, el control y la manipulación de la opinión pública y la fragilidad de las democracias. Todo esto se presenta a través de una narrativa que pone en duda las ideas tradicionales de héroes y villanos, lo que permite al lector reflexionar sobre las figuras de poder que tenemos hoy en día.
Las declaraciones de Alan Moore sobre la obra refuerzan aún más la importancia de Watchmen. En una entrevista para Comic Book Artist, Moore subrayó que su intención al escribir Watchmen era ofrecer una reflexión sobre la naturaleza humana y la política, mostrando un mundo donde los héroes no siempre hacen lo correcto y donde las estructuras de poder pueden ser tan corruptas como cualquier villano.
En su ensayo The Greater Good: Analyzing Morality in Watchmen, Jeffrey Wu examina la compleja moralidad que subyace en Watchmen, centrando su análisis en cómo las decisiones de los personajes clave cuestionan las nociones tradicionales de lo que es "bueno" y "justo". Wu argumenta que la obra de Alan Moore presenta un dilema ético fundamental: ¿es justificable sacrificar a unos pocos por el bien mayor? A través de personajes como Rorschach, que defiende una moral absoluta e inflexible, y Ozymandias, que toma decisiones basadas en una visión utilitarista del "bien común", Watchmen desafía las expectativas sobre el heroísmo. Este análisis profundiza en cómo la obra desmantela los ideales clásicos del cómic de superhéroes, al presentar un mundo donde la moralidad no es absoluta y las decisiones de los personajes reflejan las complejidades del contexto político y social de la época.

Watchmen es mucho más que un cómic de superhéroes; es una obra que sigue siendo profundamente relevante casi cuatro décadas después de su publicación. Aunque yo soy más de Born Again y el Dark Knight de Frank Miller, pero reconozco que es más una filia personal que una valoración imparcial de lo que supuso Watchmen en todos los niveles, tanto narrativos como comerciales en su momento. Qué triste que casi 40 años después haya que sacarlo de las estanterías para volver a buscar consejo y consuelo. Tal vez esa sea precisamente la lección de Moore: cuando el mundo parece estar al borde del abismo, es necesario que nos cuestionemos nuestra existencia y, sobre todo, nuestros propósitos.
En 3DJuegos | Has oído hablar mucho de él, pero, ¿cómo funciona el famoso Método Marvel de Stan Lee?
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2 comentarios
efecom
Chema, muchas gracias.
Un artículo muy interesante e instructivo.
Lei hace años el comic y creo que le daré un segundo repaso con tus comentarios en mente.
sld1
Es mejor comic del género,no solo sabe transmitir una sensación de hiperrealismo bien desarrollado, con una linea moral muy gris que para la época no era común o eras malo o eras bueno,una historia donde el gobierno Americano también podía ser el villano y no la figura mesiánica de verdad y justicia de épocas anteriores.Se nota mucho la crispación que tenía Alan Moore por el sistema de gobierno ya desde V de Vendetta y después con watchmen llevo está misma forma ucronica al genero de superhéroes trayendo la revolución al genero.