Ryan Reynolds gusta a la audiencia. Ya sea porque resulta simpático, o porque sus películas saben encontrar el equilibrio entre la acción y la comedia, lo cierto es que el actor canadoestadounidense tiene en su haber varios éxitos en taquilla, y también el honor de haber protagonizado dos de las tres películas más vistas de la historia de Netflix. Una de ellas es Alerta Roja, donde está acompañado por Dwayne Johnson y Gal Gadot, y la otra es una aventura de viajes en el tiempo.
Del éxito de Alerta Roja estamos todos al tanto. Aquella superproducción de 200 millones de dólares no destacó por presentar una historia revolucionaria, pero sí por saber ser un blockbuster palomitero donde era difícil aburrirse. Sin embargo, El proyecto Adam ha quedado algo olvidada por el público y ahora, aprovechando que su actor protagonista vuelve a estar en las marquesinas de las ciudades por el estreno este viernes de Deadpool y Lobezno, que puede batir récords, es hora de reivindicarla como un buen pasatiempo para ver en familia una noche de verano.
Viajar en el tiempo para evitar los viajes en el tiempo
Normalmente, en este género se insiste que en los viajes en el tiempo debemos evitar interactuar con nosotros. Este no es el caso de El proyecto Adam. En este film de poco más de hora y media de duración, el personaje de Reynolds, Adam, debe saltar del 2050 hasta la actualidad con la misión de evitar que se invente el viaje en el tiempo. Al hacerlo, se cruzará no solo con su yo más joven (Walker Scobell), sino también con su padre fallecido (Mark Ruffalo) dando así a la historia un componente humano que Reynolds buscó personalmente, y que le sienta bien.
Esta no es así una historia de ciencia ficción que revolucionase el género, y que nos invitara luego a escuchar debatir sobre ella a todo tipo de físicos, pero sí que Netflix encontró con ella un viaje emocionante y con mucho corazón para toda la familia. Tanto es así que, como decíamos, la peli rápidamente arrasó en audiencia y se situó en lo más alto de los tops de popularidad de la plataforma. La pregunta es, ¿habría sido capaz de ser también un taquillazo en las salas de cine?
Se suponía que Tom Cruise iba a ser su protagonista
Nunca lo sabremos, aunque con un presupuesto de solo 116 millones de dólares no habría tenido muy cuesta arriba acabar siendo un producto rentable. Lo que sí podemos deciros es que, de hecho, esta era una superproducción pensada para cines originalmente, y no solo eso. Unos años antes de desembarcar en Netflix, desde Paramount Pictures mostraron interés en adaptar este guion con Tom Cruise. Finalmente no fue así, como todos sabemos, y el proyecto se reformuló.
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Con Tom Cruise o sin él, lo cierto es que El proyecto Adam contó con un reparto de auténtico aúpa con varias estrellas de Marvel. Entre ellas teníamos a Mark Rufallo, que después de jugar con los viajes en el tiempo como Profesor Hulk en Vengadores: Endgame se ve que se quedó con una espinita clavada y jugó a ser Dios en esta cinta de Netflix. Le acompañaba Zoe Saldaña, mito de la ciencia ficción y Gamora en Guardianes de la Galaxia, y Jennifer Garner (Elektra).
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